1.1 Una breve historia de mi vida

1.1 Una breve historia de mi vida

Capítulo publicado el 27/2/2022 por Enric Caumons Gou (@caumons)
  • 6 min de lectura

Me llamo Enric Caumons Gou, nací en el año 1989 en la bonita ciudad costera de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y mi pasión por la tecnología empezó desde que solo era un niño. Soy de la generación que usábamos bolis para rebobinar cintas de casete y de los que mirábamos las películas de dibujos animados en cintas de vídeo VHS. Aún me acuerdo cuando sacaron al mercado la Game Boy Color, en esa época fue toda una revolución, ¿te acuerdas? Por supuesto, cuando era pequeño los teléfonos móviles prácticamente no existían e Internet estaba en sus inicios.

Un verano mis padres me apuntaron a un curso de mecanografía y allí descubrí que eso de teclear y trastear con ordenadores me gustaba. En esa época usábamos disquetes de 3½ y el rudimentario software de mecanografía funcionaba con MS-DOS.

Después de mi primera incursión con los ordenadores quería más, así que, siendo todavía un niño, hice algún curso de HTML básico y empecé a desarrollar mis primeras páginas web estáticas, en las que incluía algunas animaciones hechas por mí. Evidentemente, los años iban pasando y la sociedad iba evolucionando. Mi primer teléfono móvil fue un Nokia 3330 (el hermano del mítico 3310) de esos a los que les podía pasar un coche por encima y luego podías seguir jugando al snake tranquilamente. Además, Internet empezó a popularizarse en poco tiempo. Al principio teníamos módems de 56 kbps que no te permitían navegar por Internet y llamar a la vez. ¿Te acuerdas cuando íbamos a los cibercafés para poder navegar más rápido? Al cabo de unos años, pasamos a ADSL y actualmente tenemos fibra óptica simétrica de tropecientos megabits por segundo. ¡Cómo ha cambiado todo en pocos años!

Bueno, volvamos atrás, que me adelanto... Mi trabajo de investigación de bachillerato tecnológico consistió en el desarrollo de una web para un museo local y allí ya aprendí mucho sobre lo que significa la toma de requerimientos, los requerimientos crecientes y el desarrollo ágil basado en prototipos. El hecho de hacer un proyecto informático real a una edad tan temprana ya me dio una visión de lo que me esperaba en un futuro no muy lejano.

Después, estudié la carrera de Ingeniería técnica en informática de gestión en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y fue allí donde realmente aprendí a programar. Mis inicios fueron con Java, aunque enseguida conocí Python y me enamoré de él, fue un auténtico flechazo. Mi gran conclusión de la época de la ingeniería es que allí aprendes a buscarte la vida y a resolver problemas de formas que antes ni te hubieras llegado a imaginar. En la universidad aprendí las bases de lo que conlleva el diseño, arquitectura, desarrollo y mantenimiento de software y de los sistemas involucrados.

Fui de las últimas promociones de ingenieros técnicos, así que, para no quedarme obsoleto antes de empezar, complementé mi formación con el Grado en informática y servicios por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). No te preocupes, que ya hablaremos largo y tendido sobre reciclarse y la formación continua

Mi proyecto fin de carrera de la ingeniería técnica consistió en el desarrollo de una tienda online de venta de videojuegos con Python y Django. Por aquel entonces, estas tecnologías no estaban de moda y no eran muy conocidas en España. Me acuerdo de que incluso alguien del sector me dijo: «Esto del Python no sirve para nada». Pues bien, yo seguí mi camino, aposté por él y de momento puedo decir que la apuesta no me ha salido nada mal, ya que me gano la vida con él (junto con otras tecnologías) y actualmente es uno de los lenguajes de programación más importantes y con más crecimiento a nivel mundial.

También hay que ser realistas y decir que la formación universitaria te da una visión muy teórica y al llegar al mundo laboral te encuentras con un baño de realidad importante. Está claro que realmente no sabes hacer algo hasta que lo haces tú mismo varias veces. Lo puedes haber visto o leído cincuenta veces, pero seguramente la primera vez que lo hagas tú, tendrás dudas que no te habías planteado antes, cuando todo parecía muy fácil. Recuerda, el papel lo aguanta todo, los bytes no.

Una vez terminada mi etapa de formación, me uní al auge de los smartphones que aparecieron cuando yo estaba en la universidad. Me puse a estudiar Android y desarrollé algunas apps durante algún tiempo, pero los constantes cambios generalizados en las API y los problemas de compatibilidades entre diferentes dispositivos hicieron que no me acabara de gustar y dejé de lado el desarrollo para móviles. Aun así, no me arrepiento del tiempo invertido, ya que adquirí los conocimientos de cómo funcionan las aplicaciones móviles, cómo son sus ciclos de vida y qué problemática se esconde detrás de todo ello.

Después de esa experiencia, volví al desarrollo web con Python & Django en un proyecto propio que me llevó a conocer a los que luego serían mis dos socios, con los que me embarqué en una aventura emprendedora (startup) que consistía en una plataforma web basada en marketing de contenidos, donde las empresas pagaban unas cuotas para poder publicar. A cambio, conseguían atraer a clientes potenciales hacia sus webs y podían analizar las métricas del impacto de lo que iban publicando desde su panel de control privado. Teníamos miles de visitas diarias a nivel mundial (por la noche la mayor parte del tráfico provenía de Latinoamérica), pero desgraciadamente el proyecto no funcionó debido a falta de monetización y problemas para encontrar inversión, ¿te suena?

Después de esta intensa experiencia, me tomé un respiro y asistí a un interesante curso de emprendimiento en la UAB. Allí me encontré con un amigo que había conocido en mi anterior etapa como emprendedor y me presentó a un chico que quería domotizar su casa implementando sus propios sistemas, Do It Yourself (DIY), y aquí empezó mi siguiente etapa. Me metí de lleno en el mundo de la domótica y el Internet of Things (IoT) usando tecnologías como: Raspberry Pi, Arduino, protoboards, sensores, MQTT, Python, etc.

Uno de los sistemas implementados más curiosos fue un «sistema antigatos». Se detectaban mediante fotocélulas (los típicos sensores de las puertas de garaje) distribuidas estratégicamente por el jardín y entonces se activaban los aspersores de agua. De esta forma, salían corriendo y se evitaba que destrozaran las flores y plantas. Otros sistemas implementados fueron: gestión del riego gota a gota mediante Google Calendar, iluminación inteligente, gestión de puertas de acceso, persianas, videovigilancia, una fuente de agua decorativa, etc. Todos estos sistemas se pueden controlar vía web y desde el móvil. Lo que significa que, por ejemplo, puedes encender las luces o mover las persianas cuando estás de viaje y así simular que hay alguien en casa. Ten en cuenta que estos sistemas fueron implementados hace unos cuantos años, antes de la popularización de los asistentes virtuales inteligentes (Amazon Alexa, Google Assistant, etc.).

Después de todo esto, he trabajado durante años para la Administración Pública contratado por una empresa del sector privado. Allí he realizado todo tipo de tareas: desarrollo de backend, desarrollo de frontend, maquetación, mantenimiento de software, optimizaciones, administración de servidores, automatización de procesos, resolución de bugs, resolución de incidencias, diseño y arquitectura de sistemas, DevOps, gestión técnica de equipos, consultoría, etc.

Paralelamente a mi trabajo principal, sigo haciendo proyectos por mi cuenta, tanto webs como formaciones y otros proyectos personales. Uno de ellos consiste en el control remoto vía mensajes SMS de la calefacción en dos plantas independientes de una casa particular sin conexión a Internet, implementado usando un Arduino y un módulo GSM con una tarjeta SIM. Otro proyecto interesante es un reproductor multimedia hecho en Python sobre Omxplayer para Raspberry Pi, que liberé y publiqué en GitHub bajo la licencia de software libre GPLv3. También he desarrollado un coche teledirigido artesanal con un tablón de madera, motores eléctricos, un Arduino, un módulo para motores de Arduino y un emisor/receptor de radiofrecuencia a 2,4 GHz.

Uno de los proyectos personales de desarrollo de software en los que he invertido más horas es MediaLib, una plataforma web hecha con Python y Django que me sirve como biblioteca multimedia y servicio de streaming para archivos de audio y de vídeo. Allí tengo mis listas de reproducción y lo utilizo a diario para escuchar mi música favorita, por ejemplo, mientras trabajo, conduzco o incluso mientras estoy escribiendo estas palabras. Además, el sistema se encarga de hacer una conversión automática de los ficheros .avi y .mkv a .mp4, usando los códecs de audio y vídeo más adecuados para maximizar la compatibilidad entre navegadores web, y de esta manera poder reproducir los vídeos online. Para complementar todo esto, tengo también mis scripts escritos en Python que periódicamente descargan los podcasts de mis programas de radio favoritos, los guardan dentro de MediaLib y los añaden automáticamente a las listas de reproducción correspondientes.

Mi penúltimo proyecto personal no está relacionado con la informática, sino con la mecánica. Como ya he comentado, hice un coche teledirigido eléctrico, pues bien, ahora le tocaba el turno a un coche teledirigido escala 1/5 (sí, es muy grande y pesa más de 12 kg) con un motor de 29 cc de dos tiempos, que funciona con mezcla de gasolina y aceite. Este coche no lo he hecho yo, pero sí lo he desmontado entero, lo he vuelto a montar y he solucionado varios problemas de diseño, reemplazando piezas de serie por otras mejoradas. Siempre había querido trastear con motores y finalmente me decidí a dar el paso. Es asombrosa la cantidad de similitudes que podemos encontrar entre un sistema mecánico convencional y un sistema informático, para empezar, todo debe estar ajustado perfectamente.

Mi último proyecto personal ha consistido en la escritura y publicación de este libro y ha sido, sin ninguna duda, el proyecto en el que he invertido más tiempo y esfuerzo de todos los que he realizado por mi cuenta hasta la fecha.

Así pues, durante mi trayectoria he trabajado en varios ámbitos: desarrollo web, administración de sistemas, Internet of Things y domótica (maker), desarrollo móvil, electrónica básica, algo de mecánica, etc. Todos estos campos están íntimamente relacionados y, cada vez más, solo hace falta ver los coches de hoy en día, que son ordenadores con un chasis, carrocería, motor y ruedas.

¡Únete a la comunidad para no perderte nada!

¡Quiero unirme!

¿Qué te ha parecido este capítulo?

¡Compártelo!

¡Suscríbete al feed para estar al día cada vez que se publique un nuevo capítulo!

Comprar libro

${ commentsData.total }

Todavía no hay comentarios. ¡Sé el primero!

Inicia sesión para publicar, responder o reaccionar a los comentarios.

Esta web utiliza cookies. Si continúas usándola, asumiremos que estás de acuerdo.